Receta de masa de pizza fácil y efectiva ¡Siempre sale bien!
Encontrar una receta de masa de pizza fácil y efectiva, supone un antes y después. Verás que después de leer y llevar a la práctica la receta de masa de pizza que encontrarás en este artículo, cualquier momento te parecerá bueno para hacer tu magia y disfrutar de una pizza perfecta, con tus ingredientes favoritos.
¡Eso sí, te adelantamos que nada como las pizzas artesanales de masa fina que elaboramos en Tradición Italiana, nuestra pizzería a domicilio en Granada! Además, tu cocina y tu tiempo libre te agradecerán un descanso.
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Pero si lo que buscas es hacer una receta de masa de pizza fácil y efectiva, estás en el lugar indicado. Compartimos contigo el secreto para hacer masas de pizza caseras y exquisitas, que dejarán a todos babeando.
Cómo hacer masa de pizza
La pizza es un plato tradicional italiano que ha adquirido una interesante popularidad en todo el mundo. Su origen napolitano es sencillo y humilde, pues en definitiva la pizza no era más que una torta de pan aromatizada con hierbas y aceite.
Y como en la elaboración de cualquier otro tipo de pan, para hacer masa de pizza tan solo se necesitan ingredientes básicos como el agua y la harina, a los que se suma la levadura y un toque final de aceite de oliva virgen extra.
¿Qué tipo de harina es mejor para hacer pizza?
Entre los numerosos tipos de harina disponibles en el mercado, la «harina de fuerza» destaca como la elección maestra para aquellos que buscan la perfección en una masa de pizza casera. Y estos son los motivos:
- Contenido de gluten ideal: La harina de fuerza, caracterizada por su alto contenido de gluten, es la clave para obtener una masa elástica y resistente. El gluten es la proteína que se forma cuando el agua se mezcla con la harina, y es esta red de gluten la responsable de la estructura y la textura deseada en la masa de pizza. Este tipo de harina asegura que la masa sea lo suficientemente fuerte para contener gases liberados durante la fermentación, logrando así una base ligera y aireada.
- Fuerza W y tipo 00: La harina de fuerza se clasifica según su fuerza W, que indica la capacidad de retención de agua y la elasticidad de la masa. Una harina de fuerza con un valor W de al menos 400 es ideal para pizzas. Además, la variedad tipo 00, caracterizada por su finura de molienda, contribuye a una masa más suave y fácil de trabajar. La combinación de fuerza W 400 y tipo 00 es la fórmula ideal para lograr una masa excepcionalmente equilibrada.
- Absorción de agua óptima: La harina de fuerza permite una óptima absorción de agua, crucial para mantener la humedad en la masa y lograr una textura jugosa. Esto no solo facilita el amasado, sino que también contribuye a la formación de la estructura de gluten necesaria para una fermentación exitosa.
- Excelente capacidad de fermentación: La masa de pizza alcanza su máximo esplendor durante el proceso de fermentación, donde las levaduras liberan gases que hacen que la masa suba. La harina de fuerza, con su contenido de gluten y fuerza W, proporciona el ambiente perfecto para una fermentación controlada. Esto resulta en una masa ligera, aireada y con un sabor excepcional.
- Versatilidad culinaria: La harina de fuerza no solo destaca en la preparación de pizzas, sino que también es versátil en diversas recetas de panes y masas. Su capacidad para adaptarse a diferentes preparaciones culinarias la convierte en un ingrediente fundamental en la despensa de cualquier amante de la cocina casera. Así que, nunca está de más tenerla en la despensa.
Ingredientes para hacer masa de pizza en casa
Para hacer una masa de pizza que nunca falla, necesitarás:
- 415 g de harina de fuerza
- 8 g de sal
- 270 g de agua
- 14 g de levadura seca de panadería, también puedes emplear levadura fresca de panadero, la misma cantidad
- 5 g de azúcar
- 25 g de Aceite de oliva virgen extra
- (Opcional) Semolina para espolvorear
Con estos ingredientes de masa de pizza podrás elaborar tres pizzas de tamaño medio.
Receta de masa de pizza fácil y resultona
Sigue paso a paso esta receta para crear la base ideal para tus recetas de pizza caseras.
Preparación inicial
Con todos los ingredientes reunidos, comienza mezclando en un recipiente mediano la harina y la sal con una cuchara de madera. En otro recipiente, combina la levadura y el azúcar con el agua a una temperatura de aproximadamente 18 grados centígrados. Remueve esta mezcla bien para asegurar que la levadura se hidrate correctamente.
Integración de ingredientes
Añade la mezcla líquida al recipiente con la harina y la sal. Usa una cuchara de madera para remover y lograr una masa suave. Agrega el aceite y continúa mezclando. Una vez incorporado, traslada la masa a una mesa enharinada o al recipiente de un robot amasador con gancho.
Amasado a mano
Si prefieres amasar a mano, aplana y estira la masa con la base de la mano derecha, doblando la masa por la mitad y presionando nuevamente. Repite este proceso durante cinco minutos. Espolvorea harina o semolina en la mesa y en tus manos ocasionalmente para evitar que se pegue demasiado.
Para lograr una textura elástica, aplasta y retuerce la masa, dándole forma alargada sobre la mesa. Une los extremos y amasa con los puños hasta fusionar la masa. Repite este proceso durante 5-10 minutos.
Amasado con robot
Si prefieres utilizar un robot con gancho, coloca la masa en el recipiente y amasa durante siete u ocho minutos a velocidad media, hasta obtener una bola uniforme que se despegue de las paredes del recipiente.
Déjala fermentar
Unta tus manos con aceite y forma una bola con la masa. Colócala en un recipiente con tapa y deja fermentar durante tres horas a temperatura ambiente. Este tiempo es orientativo, pero si la puedes dejar más tiempo, mejor será la textura de la masa. Así que puedes preparar la masa el día de antes.
Preparación final de la masa de pizza
Una vez fermentada y doblado su tamaño, coloca la masa en una mesa enharinada y aplástala suavemente con los puños para eliminar el exceso de gas. Divide la masa en tres porciones de aproximadamente 230 g cada una y forma tres bolas. Deja reposar durante 10 minutos para relajar la masa.
Estirado y horneado de la pizza
Estira cada bola de masa formando un círculo de unos 30 centímetros de diámetro. Si lo deseas, puedes girarla en el aire para darle forma. También puedes usar un rodillo para obtener el grosor deseado, entre 3-4 mm.
Si prefieres una pizza fina y crujiente, deja reposar la masa en una bandeja espolvoreada con semolina durante 10 minutos antes de agregar tus ingredientes favoritos y hornear a 250 grados durante aproximadamente 10 minutos.
Si buscas una masa más gruesa y esponjosa, deja fermentar nuevamente el disco de masa durante 35-40 minutos antes de agregar los ingredientes y hornear a 220 grados durante unos 20 minutos
Conclusión
En el mundo culinario, pocos placeres se comparan con la satisfacción de disfrutar de una pizza recién hecha. En Tradizione Italiana sabemos muy bien que la clave para alcanzar la perfección de la pizza reside en la masa. Así que esperamos que disfrutéis con esta receta de masa de pizza y la pongáis en práctica.
