No hay rincón del mundo en el que no sea conocida. Y es que la influencia cultural de la pizza italiana traspasa fronteras a nivel mundial. Pero, ¿Dónde comenzó todo? Descubre la historia de la pizza napolitana que elaboramos en nuestra pizzería a domicilio en Granada, la auténtica ‘Tradizione Italiana’.
El origen de la historia de la pizza napolitana
Con una masa fina crujiente y tierna en el centro, a lo que se suma un borde abultado y mullido, la pizza napolitana se ha convertido en un emblema de la gastronomía italiana; una tradición que se ha forjado en las calles y hogares de Nápoles a lo largo de los siglos.
Las primeras menciones de la historia de la pizza napolitana se remontan al siglo XVIII. Documentos y relatos de la época, como el tratado de Vincenzo Corrado, muestran que ya en esos tiempos los napolitanos solían disfrutar de un disco de masa cubierto de tomate. En aquellos años, la pizza era considerada un alimento popular, preparado y consumido en hogares y en pequeños establecimientos que se concentraban en los barrios populares de Nápoles. El tomate, que en un principio era un ingrediente exótico, comenzó a ganarse un lugar popular en la cocina local, dando inicio a una tradición que, con el tiempo, definiría a la pizza napolitana.
Término «Pizza Napolitana» qué significa
El término «pizza napolitana» no solo se refiere al origen geográfico, sino también a un conjunto de técnicas y recetas que han sido transmitidas de generación en generación en esta zona de Italia.
La palabra «pizza» deriva, en parte, del término «pinsa», que significa aplastar o presionar, haciendo referencia al proceso de estiramiento manual de la masa. Este método, practicado durante siglos, es uno de los elementos que confiere a la pizza napolitana su característica base fina y su cornicione (borde) elevado, suave y aireado.
Ingredientes de la pizza napolitana y una elaboración artesanal
La verdadera pizza napolitana se prepara con ingredientes simples pero que destacan por su gran calidad. Por ejemplo, para hacer la masa se requiere harina de trigo de tipo 00, con un contenido de proteínas específico que aporta elasticidad y textura.
Además, este proceso tradicional, que se realiza sin el uso de rodillos, es esencial para conseguir la textura y elasticidad deseadas.
Luego, la masa se deja fermentar durante varios días, permitiendo que la levadura haga su trabajo y que se desarrollen sabores complejos.
En cuanto a la cobertura, las opciones actualmente son infinitas. Pero hay dos tipos de pizzas que destacan en la tradición napolitana: la Marinara y la Margherita. La pizza Marinara se prepara con una base de tomate, ajo, orégano y aceite de oliva, sin queso. Mientras que la pizza Margherita incluye tomate, mozzarella (tradicionalmente se utiliza la mozzarella de búfala o fior di latte) y albahaca fresca. En ambas versiones, se suele recomendar el uso de salsa de tomate San Marzano, reconocidos por su sabor dulce y equilibrado, lo que realza la experiencia del comensal.
La cocción en horno de leña, parte de la historia de la pizza napolitana
Uno de los secretos mejor guardados de la pizza napolitana es la cocción en horno de leña. Según la normativa para la auténtica pizza napolitana, la cocción debe realizarse en un horno de leña a una temperatura que puede alcanzar los 485 °C, y el tiempo de horneado es de poco más de unos minutos. Este método no solo permite que la masa se cocine de forma rápida y uniforme, sino que también aporta un sabor ahumado inconfundible y una textura crujiente en el exterior, sin sacrificar la suavidad en el centro.
El pizzaiolo, con su habilidad y experiencia, utiliza utensilios tradicionales como las palas de madera (ahora también de aluminio por razones higiénicas) para introducir y retirar la pizza del horno. La técnica de “abrir” la masa a mano, sin que ésta toque los bordes de la mesa, es esencial para conseguir ese cornicione perfecto, que se eleva y se dora durante el proceso de cocción.
Reconocimientos y patrimonio inmaterial
A lo largo de la historia de la pizza napolitana, este plato ha sido objeto de numerosos reconocimientos a nivel internacional. En 2004 se inició el proceso para obtener la marca Especialidad Tradicional Garantizada (ETG) para la pizza napolitana, un sello que certifica que el producto ha sido elaborado siguiendo rigurosos estándares de calidad y tradición. Posteriormente, en 2008, se oficializó este reconocimiento en la Unión Europea, y en 2017 la UNESCO incluyó la pizza napolitana y el arte de su preparación en el Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
Estos logros no solo atestiguan la importancia histórica y cultural de la pizza napolitana, sino que también resaltan el compromiso de las pizzerías tradicionales en preservar métodos artesanales que han pasado de generación en generación.
Evolución de la historia de la Pizza Napolitana
Aunque la esencia de la pizza napolitana se ha mantenido intacta, con el paso del tiempo han surgido numerosas variantes e interpretaciones modernas. A pesar de esta diversidad, los auténticos pizzeros de Nápoles se mantienen fieles a las técnicas y recetas tradicionales, garantizando que cada pizza que sale de sus hornos es un tributo a la historia y al arte de hacer pizza.
Lo habitual en los establecimientos napolitanos tradicionales es que se siga utilizando exclusivamente la masa fermentada a mano y cocida en horno de leña, lo que da como resultado una pizza que se digiere perfectamente y que ofrece una experiencia gastronómica inigualable.
La Pizza Napolitana en el mundo actual
Hoy en día, la pizza napolitana no solo se disfruta en Nápoles, sino que se ha convertido en un referente global de la cocina italiana. Restaurantes y pizzerías de todo el mundo buscan replicar su receta, pero pocos logran capturar la verdadera esencia de este manjar. La combinación de una masa fina y crujiente, el inconfundible sabor del tomate fresco y la delicadeza de la mozzarella italiana, son elementos que definen la experiencia de degustar una pizza napolitana auténtica.
Además, el auge de la gastronomía de calidad ha llevado a un resurgimiento del interés por las técnicas tradicionales. Muchos jóvenes pizzaiolos se inspiran en los antiguos métodos napolitanos, estudiando y perfeccionando el arte de estirar la masa y de trabajar en hornos de leña, con el fin de rendir homenaje a sus raíces y mantener viva una tradición centenaria.
Conclusión
La dedicación en la selección de ingredientes, la maestría en la elaboración de la masa y la inigualable técnica de cocción en horno de leña son aspectos fundamentales que han permitido que la pizza napolitana siga deleitando a generaciones de comensales.
Así que, cuando disfrutes de una auténtica pizza napolitana, recuerda que estás probando el legado de una cultura milenaria, una experiencia que ha sido perfeccionada a lo largo de los siglos y que sigue siendo, hoy en día, una de las mayores expresiones del amor por la buena comida en Italia.
Y lo mejor de todo es que no hay que viajar hasta Italia para disfrutar de este plato histórico. En Pizzería Tradizione Italiana Granada y Pizzería Tradizione italiana La Zubia te llevamos la auténtica pizza napolitana hasta tu casa. ¡Disfruta del sabor de Italia en la comodidad de tu hogar, con nuestra gran carta de pizzas en Granada!
