¿Cómo? ¿Una pizza blanca? ¿Sin tomate en la base? ¡Así es! Y aunque de primeras pueda parecerte chocante, la pizza blanca (en italiano bianca) es una de las variantes más tradicionales de la historia de este plato, y también la menos conocida fuera de Italia.
Y es que, mientras que todo el mundo asocia la pizza con la base de tomate, si nos remontamos siglos atrás, la pizza fue originalmente blanca.
En este artículo te contamos todo lo que necesitas saber sobre esta joya de la cocina italiana; desde su origen, hasta las combinaciones de ingredientes más originales y deliciosas.
Origen e historia de la pizza blanca o pizza bianca
La pizza blanca tiene una historia que comienza antes de que surgiera la pizza con tomate, que no comenzó a popularizarse hasta el siglo XVIII.
Antes de la llegada de los tomates al ‘Viejo Mundo’, las primeras pizzas se hacían con una base de masa, aceite de oliva, hierbas aromáticas y, en algunos casos, ingredientes locales y accesibles como el queso o la manteca de cerdo. Esta versión primigenia de la pizza era lo que hoy conocemos como pizza bianca.
En ciudades como Roma y Nápoles, las versiones más antiguas de la pizza bianca consistían en una base crujiente aderezada con aceite de oliva, romero y sal gruesa, una combinación simple pero deliciosa que se remonta al siglo XVII.
En Nápoles, por ejemplo, se hacía la llamada «mastunicola», que era una pizza elaborada con manteca de cerdo, queso de oveja, albahaca y pimienta, sin rastro alguno de tomate. A pesar de ser un plato humilde, estas pizzas eran un alimento básico exquisito para las clases populares, además de ser el precursor de la pizza moderna.
La llegada del tomate y la revolución de la pizza
El tomate, fruto originario de América del Sur y América Central, fue introducido en Europa en el siglo XVI, pero tardó bastante tiempo en ser aceptado como un ingrediente comestible. Al principio, se consideraba tóxico debido a su relación con las plantas de la familia de las solanáceas, que incluyen especies venenosas. No fue hasta el siglo XVIII cuando los napolitanos comenzaron a experimentar con el tomate en sus pizzas, lo que dio lugar a la creación de la pizza roja.
Con la expansión de la industria de conservas de tomate a finales del siglo XIX, la pizza roja se volvió la norma no solo en Italia, sino en todo el mundo. Sin embargo, no debemos olvidar que la pizza blanca o pizza bianca, fue la primera en conquistar los paladares de los italianos, y sigue siendo una tradición culinaria que se mantiene viva en muchas pizzerías que no dudan en innovar con sus ingredientes.
Características de la pizza bianca
A diferencia de la pizza tradicional que lleva una base de salsa de tomate, la pizza bianca se caracteriza por su sencillez y la ausencia de esta salsa. Sin embargo, esta simplicidad no significa que la pizza bianca carezca de sabor; al contrario, sus ingredientes básicos como el aceite de oliva, las hierbas o las distintas variedades de queso, permiten que los sabores naturales de cada elemento destaquen más.
Una buena pizza blanca se caracteriza por:
- Base de masa ligera y aireada: La masa de la pizza bianca suele ser ligera y crujiente. A menudo, se le añade aceite de oliva tanto antes, como después del horneado.
- Sin salsa de tomate. La ausencia de tomate es la principal diferencia con las pizzas tradicionales. En su lugar, se utilizan todo tipo de ingredientes, desde frutas como la pera, a las berenjenas o la miel de caña.
- Uso de quesos. En lugar de mozzarella fresca, la pizza bianca suele incluir quesos como el ricotta, el queso de oveja o quesos añejos que aportan un sabor delicioso.
- Combinaciones creativas. Aunque la pizza bianca clásica es extremadamente simple, muchas pizzerías han adaptado esta base para crear combinaciones más complejas, utilizando ingredientes como hongos, trufas, cebolla caramelizada y verduras de temporada.
¿Una incomprendida fuera de Italia?
Fuera de Italia, la pizza bianca no ha logrado alcanzar el mismo nivel de popularidad que su contraparte con tomate. Esto se debe, en parte, a la internacionalización de la pizza con base de tomate, que se convirtió en el estándar global desde el siglo XX, particularmente después de la Segunda Guerra Mundial, cuando los soldados estadounidenses regresaron a casa con una pasión por la pizza que habían descubierto en Italia.
Además, muchas pizzerías fuera de Italia no le prestan la atención que merece a esta versión clásica. A menudo, se confunde la pizza bianca con versiones como la pizza cuatro quesos, que si bien a veces no lleva tomate, no sigue las normas tradicionales de una auténtica pizza blanca italiana. Sin embargo, en Italia, y especialmente en Roma, la pizza bianca sigue siendo una piedra angular de la gastronomía local.
Tipos de pizza bianca
Aunque la pizza bianca tradicional solo lleva aceite de oliva, sal y romero, hay muchas variantes que se han desarrollado a lo largo del tiempo. Algunas de las más populares y deliciosas puedes encontrarlas en esta carta de nuestras pizzerías a domicilio en Granada.
- Suegra. Mozzarella, nata, gorgonzola (roquefort) y jamón serrano.Pepe. Mozzarella, tomate en rodajas, jamón serrano, porcini (boletus italianos) y queso parmesano.
- Caprese. Búfala, rodajas de tomate, aceite y orégano.
- Montanara. Mozzarella, gorgonzola (roquefort), speck (salchicha italiana), queso parmesano y pera.
- Bufalina. Búfala, ensalada de rúcula, tomate cherry, jamón serrano y queso parmesano.
- 6 quesos. Tomate, mozzarella, parmesano, emmental, gorgonzola, ricotta, queso cabra y orégano.
- Luca. Mozzarella, base de pesto con nata, tomate cherry, pollo, perlas de mozzarealla y orégano.
- Samantha. Mozzarella, champiñones, espinacas, cebolla, pollo y orégano
- Alberto. Mozzarella, berenjena, queso de cabra, miel de caña y orégano.
Consejos para disfrutar de la pizza bianca
Tanto si tienes la oportunidad de probar una auténtica pizza bianca en una pizzería tradicional, como si quieres hacer pizza blanca en casa, te recomendamos lo siguiente:
- Elige ingredientes frescos y de calidad. La pizza bianca se basa en la sencillez, por lo que la calidad de los ingredientes es crucial. El aceite de oliva virgen extra, un buen queso y hierbas frescas marcarán sin duda la diferencia.
- Combínala con un vino blanco ligero. Un buen vino blanco italiano puede complementar a la perfección los sabores suaves de la pizza bianca.
- Prueba diferentes variantes. Aunque la pizza bianca clásica es exquisita, no dudes en experimentar con otras versiones que incluyan ingredientes más innovadores.
Conclusión
Aunque a menudo la pizza bianca ha sido eclipsada por la popularidad de la pizza con tomate, sigue siendo una opción deliciosa, que bien merece la atención fuera de Italia.
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Sin salsa de tomate, pero con ingredientes frescos y de primera calidad, nuestras pizzas biancas te llevarán a las raíces de la auténtica pizza italiana. ¡Atrévete a probar una experiencia gastronómica diferente y deliciosa en nuestras pizzerías!